Créditos al consumo: Navegando la maraña legal para proteger tus finanzas

Los créditos de consumo pueden ser una herramienta muy útil en nuestras vidas, siempre y cuando se utilicen de manera responsable y estemos bien informados sobre sus términos y condiciones. La "Ley 16/2011 de 24 de junio" regula estos y otros aspectos clave de los créditos al consumo

Para ayudarte a entender mejor cómo funcionan, vamos a navegar juntos por la maraña legal que los rodea y a aprender cómo proteger nuestras finanzas.

¿Qué son los créditos al consumo y por qué son relevantes?


Los créditos al consumo son aquellos préstamos que las entidades financieras conceden a los consumidores para la adquisición de bienes y servicios. En otras palabras, son el dinero que te prestan para que puedas comprar algo ahora y pagarlo después. 

Pueden ser muy útiles para hacer frente a gastos imprevistos o para financiar compras de alto valor, como un coche o una casa. Sin embargo, también pueden ser una trampa si no se utilizan de manera responsable, ya que suelen tener intereses y comisiones más altos que otros tipos de préstamos.

En cuanto a su relevancia, los créditos al consumo son una de las principales fuentes de financiación de las familias españolas. Según datos del Banco de España, a finales de 2020 el saldo vivo de estos préstamos ascendía a más de 190.000 millones de euros. 

Este volumen de negocio, junto con la complejidad de sus términos y condiciones, hace que sea vital para los consumidores entender bien cómo funcionan y cómo pueden afectar a nuestras finanzas.

Tipos de créditos al consumo: desde tarjetas de crédito hasta préstamos personales


En el mercado existen varios tipos de créditos al consumo, cada uno con sus características y condiciones particulares. Algunos de los más comunes son los préstamos personales, las tarjetas de crédito y las líneas de crédito. Los préstamos personales suelen ser de importes elevados y se conceden para financiar compras específicas, como un coche o una reforma en casa. 

Las tarjetas de crédito permiten financiar compras de menor importe y pagarlas en cuotas mensuales, mientras que las líneas de crédito son un recurso flexible que el cliente puede utilizar a su antojo hasta un límite acordado con la entidad.

También existen otros tipos de créditos al consumo menos conocidos, pero igualmente relevantes. Algunos ejemplos son los créditos rápidos (de pequeño importe y corta duración), los créditos al 0% (que no cobran intereses, pero suelen incluir comisiones y seguros) y los créditos revolving (que permiten disponer de un crédito constante a cambio de una cuota fija mensual).

¿Cómo se calculan los intereses y cuotas de los créditos al consumo?


El cálculo de los intereses y cuotas de los créditos al consumo puede parecer complicado, pero en realidad se basa en tres conceptos fundamentales:

  • El importe del préstamo: Es la cantidad de dinero que te prestan. A mayor importe, mayor será la cuota mensual y más intereses pagarás.
  • El tipo de interés: Es el precio que te cobran por prestarte el dinero. Suele expresarse en forma de porcentaje anual y puede ser fijo (no cambia durante la vida del préstamo) o variable (se revisa periódicamente en función de un índice de referencia).
  • El plazo de amortización: Es el tiempo que tienes para devolver el préstamo. A mayor plazo, menor será la cuota mensual, pero más intereses pagarás al final.

Con estos tres elementos, se calcula la cuota mensual del préstamo utilizando la fórmula del préstamo francés, que distribuye de manera uniforme el pago de los intereses y el capital a lo largo de todo el plazo. 

Es importante destacar que, aunque la cuota sea siempre la misma, la proporción de intereses y capital en cada cuota va cambiando a lo largo del tiempo: al principio se pagan más intereses y menos capital, y al final se paga más capital y menos intereses.

Requisitos y trámites para obtener un crédito al consumo

Obtener un crédito al consumo implica cumplir una serie de requisitos y seguir un proceso de solicitud. A continuación, se detallan los pasos más comunes.

Evaluación de la solvencia

El primer paso para obtener un crédito al consumo es demostrar que puedes devolver el dinero prestado. La entidad evaluará tu solvencia teniendo en cuenta tu nivel de ingresos, tus gastos fijos y cualquier otra deuda que tengas.

Solicitud del crédito

Si la entidad considera que puedes devolver el dinero, te pedirá que rellenes una solicitud de crédito. En este documento deberás proporcionar información sobre tus ingresos, tus gastos, tu situación laboral y personal, y cualquier otra información que la entidad considere necesaria.

Firma del contrato

Si la entidad aprueba tu solicitud, te proporcionará un contrato de crédito al consumo que deberás firmar. Antes de hacerlo, es fundamental que leas y comprendas todas las condiciones del contrato, incluyendo el tipo de interés, la cuota mensual, el plazo de amortización, las comisiones y cualquier otra obligación que contraigas.

¿Qué es la Tasa Anual Equivalente (TAE) y por qué es importante conocerla?

La Tasa Anual Equivalente (TAE) es una medida que te permite comparar el coste de diferentes créditos al consumo de manera fácil y rápida. Incluye no solo el tipo de interés, sino también las comisiones y cualquier otro gasto que tenga el crédito. Se expresa en forma de porcentaje anual y, en general, cuanto más baja sea la TAE, más barato será el crédito.

La TAE es un concepto clave porque te ayuda a entender el verdadero coste del crédito. A veces, un crédito que parece barato por tener un tipo de interés bajo puede resultar caro por tener muchas comisiones. La TAE te permite ver este coste de manera integrada y comparar diferentes ofertas en igualdad de condiciones.

Además de la TAE, también es importante entender cómo se calcula y se aplica el interés de un crédito al consumo. Muchas veces, el tipo de interés se calcula sobre el saldo pendiente de amortización, lo que significa que pagarás menos intereses a medida que vayas devolviendo el dinero prestado.

Derechos del consumidor en materia de créditos al consumo: protección y transparencia en la información

Cuando contratas un crédito al consumo, tienes una serie de derechos que te protegen frente a posibles abusos. Algunos de estos derechos son:


  • Derecho a recibir información clara y transparente: Antes de firmar el contrato, la entidad tiene que proporcionarte toda la información necesaria para entender cómo funciona el crédito, incluyendo la TAE, la cuota mensual, el plazo de amortización, las comisiones y cualquier otra condición clave. Esta información debe presentarse de manera clara y fácil de entender.
  • Derecho a recibir una copia del contrato: Cuando firmas el contrato, tienes derecho a recibir una copia del mismo para poder consultarlo en cualquier momento. Si hay algo en el contrato que no entiendes, tienes derecho a pedir explicaciones antes de firmarlo.
  • Derecho a desistir del contrato: Una vez firmado el contrato, tienes un plazo de 14 días para cambiar de opinión y desistir del contrato sin necesidad de dar ninguna explicación y sin coste alguno, excepto los intereses y gastos correspondientes al tiempo en que has dispuesto del crédito.

¿Cómo evitar el sobreendeudamiento y proteger nuestras finanzas personales?


El crédito al consumo puede ser una herramienta útil para gestionar nuestras finanzas, pero también puede ser una fuente de problemas si no se utiliza de manera responsable. Aquí van algunos consejos para evitar el sobreendeudamiento y proteger nuestras finanzas personales:

En primer lugar, es fundamental entender bien cómo funciona el crédito que vamos a contratar. Debemos leer y comprender todas las condiciones antes de firmar el contrato, y si hay algo que no entendemos, debemos pedir explicaciones. Es mejor hacer preguntas que arrepentirse después.

En segundo lugar, debemos usar el crédito de manera responsable. No debemos pedir más dinero del que necesitamos y podemos devolver, y debemos evitar usar el crédito para gastos corrientes o innecesarios. Además, debemos tener en cuenta que el crédito no es dinero gratis: al final, tendremos que devolverlo con intereses.

En tercer lugar, debemos tener un plan de pago. Antes de contratar el crédito, debemos hacer números y asegurarnos de que podremos pagar la cuota mensual sin problemas. También debemos tener un plan B por si tenemos problemas para pagar la cuota en algún momento.

La importancia de leer y comprender el contrato antes de firmar un crédito al consumo


El contrato de un crédito al consumo es un documento legal que establece las condiciones del préstamo y los derechos y obligaciones de las partes. Es fundamental leer y comprender este contrato antes de firmarlo, ya que una vez firmado se convierte en un compromiso legal que debemos cumplir.

El contrato de crédito debe incluir toda la información necesaria para entender cómo funciona el préstamo, incluyendo el tipo de interés, la cuota mensual, el plazo de amortización, las comisiones y cualquier otra condición relevante. 

También debe indicar qué pasa si no pagas a tiempo, qué pasa si quieres cancelar el préstamo antes de tiempo y qué medidas puede tomar la entidad si no cumples tus obligaciones.

Además, antes de firmar el contrato, debes asegurarte de que puedes pagar la cuota mensual sin problemas. No olvides que, además de la cuota del préstamo, tendrás que seguir pagando tus gastos corrientes. 

Si la cuota del préstamo es demasiado alta, es posible que te resulte difícil llegar a fin de mes y te veas obligado a pedir más créditos para cubrir tus gastos, entrando en un círculo vicioso de endeudamiento.

¿Qué hacer en caso de dificultades para pagar las cuotas de un crédito al consumo?


Si tienes dificultades para pagar las cuotas de un crédito al consumo, lo primero que debes hacer es contactar con la entidad y explicarles tu situación. Muchas entidades ofrecen soluciones a sus clientes en dificultades, como aplazar el pago de las cuotas, reducir el importe de las cuotas o incluso cancelar el préstamo

No obstante, estas soluciones suelen tener un coste, ya sea en forma de intereses adicionales o de gastos de gestión.

Además de hablar con la entidad, también puedes recurrir a los servicios de asesoramiento financiero gratuitos que ofrecen algunas instituciones y organizaciones sin ánimo de lucro. Estos servicios te pueden ayudar a entender tus opciones, a negociar con la entidad y a elaborar un plan de pago que se ajuste a tus posibilidades.

Por último, si te encuentras en una situación de sobreendeudamiento grave y no ves salida, puedes recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad. Esta ley te permite liberarte de tus deudas si cumples una serie de requisitos y te comprometes a seguir un plan de pago durante un plazo de cinco años.

Resumen


Los créditos al consumo son una herramienta financiera útil, pero también compleja y potencialmente peligrosa. Por eso, antes de contratar un crédito al consumo, es fundamental entender bien cómo funciona, leer y comprender todas las condiciones del contrato, y tener un plan de pago realista.

Además, en caso de dificultades para pagar las cuotas, es importante actuar rápidamente y buscar ayuda. La demora solo empeora la situación y puede llevarnos a una espiral de endeudamiento de la que es muy difícil salir.

Por último, pero no menos importante, debemos recordar que el crédito no es dinero gratis. Cada euro que pedimos prestado es un euro que tendremos que devolver con intereses

Por eso, antes de pedir un crédito, debemos preguntarnos si realmente lo necesitamos, si podemos esperar a tener el dinero ahorrado, y si el gasto que vamos a financiar con el crédito realmente vale la pena.

Cómo contactar a Robin Hood y Pagamos tu Deuda

Si necesitas ayuda para salir de tus deudas o cualquier otro tipo de consulta, En Robin Hood y Prestamos con deudas estamos aquí para ayudarte. 

Puedes contactarnos llamando al número de teléfono 642 23 55 95 o llenando nuestro formulario. No tienes que luchar solo contra el acoso y el cobro de deudas. Estamos aquí para ayudarte a defender tus derechos y a recuperar tu dinero.

Identificarse dejar un comentario
Conoce tu historia financiera: Descubre qué es y cómo solicitar el informe de tu historial de crédito